viernes, 9 de septiembre de 2016

¿Quién dice que no se puede vivir del añil?

Un mensaje para todas las personas emprendedoras.



Añil, papel picado, alfombras: ¿qué tienen en común? Antes que nada, forman parte de nuestra cultura, folklore y tradiciones salvadoreñas, pero también pueden ser oportunidades de negocio y áreas en las que las personas pueden profesionalizarse.
En esta ocasión presentamos a un joven sonsonateco emprendedor, quién ha logrado establecer un importante negocio a partir del añil, producto que hace más de trescientos años fue el principal motor de la economía salvadoreña.
A sus 21 años de edad, demuestra mucha sabiduría en sus palabras y seguridad en sus acciones. Noble, solidario, trabajador, entusiasta, apasionado y emprendedor, así es Óscar Tadeo, Gerente de la empresa de artesanía en añil, UDP Aquetzalli.

CC: ¿Impartían alguna materia sobre el tema?
OT: Sí, allí aprendí a valorar nuestra cultura y artesanías. Siempre he pensado que uno no ama lo que no conoce y, cuando descubrí la riqueza de nuestras tradiciones, me enamoré de todo lo relacionado al arte y costumbres de nuestro pueblo. Al final de la carrera, justo en el último ciclo, teníamos que elaborar un proyecto y plan de negocios como trabajo de graduación, y decidimos hacerlo sobre el añil, pero antes de hacerlo teníamos que conocer cómo se trabaja el añil para poder calcular la inversión. Como los cursos son bien caros, reunimos dinero entre los cinco integrantes del grupo y enviamos a una compañera a aprender, y ella nos enseñó a los demás cómo trabajar el añil, y pudimos crear nuestro proyecto.
CC: ¿Cómo obtuvieron el capital para invertir y hacer realidad su proyecto?
OT: Justo después de terminar el plan surgió la oportunidad de participar en el concurso Seamos Productivos, que realiza elViceministerio de Ciencia y Tecnología del MINED, con apoyo de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y, gracias a Dios, ganamos el capital semilla para iniciar el negocio. Nos dieron $4,953 de premio, pero todo en especie: materiales, maquinaria, etc. Con eso pudimos emprender nuestro negocio.

CC: ¿Cuáles fueron los mayores retos que tuvieron que enfrentar al inicio?
OT: El primero fue replantearnos el lugar donde tendríamos nuestra tienda pues, por la delincuencia actual, no pudimos establecernos donde queríamos y tuvimos que pensar en otro lugar. Escogimos Ataco pero, como es bien turístico, hay mucha competencia y no era rentable para nosotros. Eso hizo que tres de mis socios se retiraran, ahora solo quedamos dos y nos unimos para buscar nuevas alternativas. La propietaria de una tienda en el Tianguis, que es el mercado artesanías de Nahuizalco, nos dio la oportunidad de colocar y vender nuestros productos allí; también vamos a ferias y vendemos entre nuestros amigos. Pero eso nos sirvió para reformular el giro de nuestro negocio y diversificarnos.



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